Un día de fiesta

Una noche de fiesta da para mucho, pero más o menos un resumen que se podría hacer de estos viajes vendría como sigue.:

1º. Quedamos en el botellodromo a las 11.30 (siempre a la misma hora en el mismo sitio) pero cuidado navegante si vas a esa hora no vas a encontrar a nadie, hasta las 12.30 o una no llega nadie, es un acuerdo tácito al que hemos llegado todos después findes y findes de experiencia. Lo mejor del tema es que cuando llega la hora de quedar siempre decimos a las 11.30 aunque sepamos que a esa hora no va a llegar nadie.

2º.Una vez reunidos todos allí, empieza el casi ritual. El Richi que trae los vasos que roba en el curro (para que veáis lo que curra) nos los reparte. Con un poco de suerte habrá traído suficientes para todos y podemos beber con tranquilidad. Y bueno allí podemos estar un buen rato echándonos unas risas con las historias que explican los borrachillos (con estas historias se podría hacer un blog entero), como los muy interesantes infortunios del Alex, las descojonantes imitaciones del Richi del Flor (sá al final ná), las intensas discusiones filosóficas del Javi y el Alex, también del Germán y el Pau aunque menos interesantes pero más sólidas.
También es destacable las presencia de los extras, el Luis y su perro (no me acuerdo como se llama, el perro no el Luis). Aparecen siempre cuando ya vamos un poco torraos y supongo que el espectáculo que deben ver desde la perspectiva de la sobriedad debe ser bastante desagradable( estoy siendo eufemístico).

Como esta quedando un poco largo sigo otro día….