Monday, September 29, 2008

Así empezó todo

Esta semana no ha habido carrera...por lo que no tengo que hacer resumen ni aburriros con los vaivenes de mis trepidantes desventuras. Esto me da pie a reescribir algo que llevo tiempo guardando y con ganas de contar.
Esto que os explico es totalmente verídico (como dirían en las pelis "esta basado en hechos reales") me pasó en el Soho de Londres. Después de todo un día haciendo turismo, con lo cansado que es eso,...que ahora vamos a un museo, que vamos caminando mejor que así vemos más cosas, que si fotos con una estatua que no sabes ni quien es ni te importa, que hay que visitar la casa donde se encuentra el trono en el que la reina Isabel I dejó ir una pequeña flatulencia cuando se enteró que sus tropas habían invadido por error un pueblo azteca...and so on. Vaya que como os podéis imaginar mi nivel de atención por cualquier tipo de manifestación cultural inglesa estaba tan mermado que me podría haber cruzado con Carlos de Inglaterra haciéndole el pino puente a la Camila y ni me habría percatado.
Y es que cuando voy a hacer turismo me lo tomo como un trabajo. Con horarios estrictos, nada de levantarse a las 10 o las 11, a las 7 de la mañana arriba!!!!! Ducha rápida con agua fría para despejarse, un desayuno opíparo con suficientes hidratos de carbono para aguantar toda una mañana de caminatas que permitan un mayor recorrido, una cepillada de dientes fugaz lo justo para no matar a ninguna taquillera de museo con el aliento y a correr a ver cosas. La idea es que a las 8 de la mañana, con los primeros rayos de sol se empiecen a ver cosas. Es más, las fotos con los primeros rayos de sol son fundamentales en el album.
Y hasta las 2 de la tarde pateando, entonces es cuando uno se toma el primer descanso para comer un poco (digo un poco porque en Londres tienen la costumbre de comer poquito a mediodía...y yo con un hambre de mil demonios!!!!!). Y a las 3 en punto, hay que fichar, y seguir viendo...no sé un parque o un puente o una iglesia o...Sin parar y a toda castaña que hay que ver cosas, el objetivo es ver cosas, cuantas más mejor: cosas grandes, cosas pequeñas, cosas rojas, cosas amarillas, cosas limpias, cosas sucias, cosas con sabor a melocotón, cosas de usar y tirar, cosas que se escriben, cosas que empiezan con la letra M, cosas sin reparos, cosas repletas, cosas de corcho, cosas de triatlón (bueno esta se salva), cosas, cosas, cosas, ........
Cuando anochece, deben ser ya las 9, toca ir al hotel. A esas alturas en lo único que puedes pensar es en quitarte las bambas y estirarte en la cama porque tienes los pies inflados como palomitas, rozan la incandescencia (hasta se podrian usar como adorno navideño si te colgaran en alguna calle). Y solo queda una, irse a dormir porque de lo que menos tienes ganas es de ir tomar algo, con lo cansado que tu estas. Y menos sabiendo que al día siguiente te toca otro tute o como yo lo llamo jornada turístico-laboral. Cuando lo más probable es que duermas mal, pensando en que va a sonar el despertador, que mañana toca caminar y caminar, que mañana vas a ver a las mismas personas que has visto hoy en el museo de la alpargata pero en el museo de la tuerca. En fin un delirio.
Vaya!!!me he alargado más de la cuenta con la intro...bueno dejo la historia para otra semana que no tenga competición, jejejeje.

En uno de los museos ( a ver si adivinais?), quitándole el arma a un payo!!!

2 comments:

Anonymous said...

Jajaja, Que grandes dotes novelísticas , esperaremos al prox.capitulo!

danilafesta said...

Espero que en el próximo capítulo pueda explicar por fin la historia..me quedé a medias