Friday, September 19, 2008

Mauberme, 2880m

La afición a subir montañas es más divertida de lo que parece a primer golpe de neurona (para los que tengan), y es que depende por donde subes puede ser más peligroso de lo se podría pensar desde el sillón de casa. Aquel día subimnos a un pico espectacular, tanto por sus increibles paisajes como por la dificultad que para unos completos neofitos como nosotros significa la montaña. Pero una vez arriba la satisfacción de haber conseguido la ascensión valió por todas las dificultades que atravesamos, algunos más que otros. El que peor lo pasó, lo tengo que explicar por el bien de la historia, fue el Entimius. Al principio todo muy bien pero según fue empeorando el camino y la cuesta cada vez más para arriba al chavalín le empezaron a temblar las piernas, cada 100 metros nos pedía un descanso (que no le dábamos), en los peores repechos tuvo que hacerlos ha cuatro patas y hubo momentos en que veía pasar su vida en imágenes por delante (nos dijo después). Finalmente, el campeón , llegó a la cima y se sentió el rey pescanova de contento.

Foto de equipo después de hacer el barranco.





Tras una copa de vino planificamos al detalle la ascensión, sin dejar cabos sueltos que dieran lugar a problemas. Ya sabéis de mi fino gusto por organizar cosas.


Para subir hasta el punto G, desde dónde empezamos la ascensión nos desplazamos en pick-up, y hicimos un poco el capullín.



En plena ascensión, David y el héroe Endivias.


El Juli que junto con el Cholo nos hicieron de guías por el Mauberme, espetáculo de vistas.


Aquí el mismisimo Frodo a punto de tirar a tomar por culo el anillo.


Al bajar hicimos esquí sin esquis en las lenguas de hielo, las ostias que nos dimos dignas de videos de primera.


En el coche caimos redondos, como la ternera.

2 comments:

Anonymous said...

thats amazing story.

Anonymous said...

i do think so.